Por el camino que conduce a Soldados, vía Cuenca-Molleturo-Naranjal, se encuentra un lugar clandestino donde caballos son sacrificados y vendida su carne en la ciudad de Cuenca, como carne vacuna; el olor de animales muertos, es insoportable; en un cuarto sucio se faena a los equinos con prácticas crueles, sin los instrumentos que exige la técnica actual para causarles menos dolor; el faenamiento se realiza en absolutas condiciones de insalubridad, algunas personas de la zona aseguran que este camal clandestino no es el único y que generalmente se establecen en las partes altas de las cordilleras.
Han clausurado por varias ocasiones estos camales, pero desgraciadamente las personas suben 600 metros y arman casetas con palos, plásticos y realizan esta actividad en peores condiciones, contaminando el agua con la sangre.
La última vez que se quiso clausurar un camal clandestino, hace dos años, en el sector de El Cajas, la gente salió con puñales" ha agredir a los efectivos de la Policía.
En Cuenca y el país, se ha venido consumiendo carne de equino como si fuera de vacuno, desde hace 40 ó 50 años. Los camales clandestinos identificados por la Dirección de Higiene y Medio Ambiente son: uno en Soldados y otro por la vía a Molleturo, y en el sector de Silbán, rumbo a Loja, fueron erradicados; pero la carne de caballo no es mala, lo malo es que las personas todavía no está enraizada en la cultura ciudadana su consumo. Como son locales encubiertos en los que se realiza esta actividad la gente teme a ser contagiada por alguna enfermedad, debido a la falta de controles sanitarios; pero si el equino está en buenas condiciones de salud, su carne tiene mayor contenido de vitaminas, proteínas y minerales y menos grasa si se compara con la de res.
La enfermedad mas temida de un caballo enfermo, es la triquinosis, una infección parasitaria que produce en el ser humano problemas intestinales y fiebre intermitente que puede llegar casi a los 39 grados centígrados, inflamación de los párpados, hemorragias en la membrana blanca de los ojos y en su parte posterior, dolor ocular y sensibilidad a la luz intensa.
Una solución sería legalizar la implementación de un camal de equinos que esté provisto con la infraestructura adecuada, en condiciones de higiene, bajo el control de un veterinario que realice verificaciones de salud animal pre mortem y post mortem, con vehículos que transporten la carne hacia su destino final.
Con esto se evitaría el faenamiento de animales enfermos y se lograría confianza en la gente para que se acostumbre al consumo de la carne de caballo.